Introducción

Cada vez es más frecuente, en fondeaderos muy concurridos, amarrarse a una boya para pasar uno o varios días, en lugar de fondear con el ancla. También, especialmente en el Mediterráneo, es habitual encontrarnos con fondeaderos con boyas de amarre para proteger la “posidonia oceánica” del arrastre de la anclas.

Amarrar un velero a una buena boya, con una maniobra bien realizada, nos permitirá descansar después de una travesía y disfrutar de nuestra estancia en el fondeadero con tranquilidad.

La maniobra de amarrarse a una boya con un velero, u otra embarcación, normalmente es más sencilla que el fondeo con el ancla; aunque también puede complicarse bastante si estamos rodeados de muchos barcos, con viento o corriente fuerte, o por falta de experiencia en la maniobra.

Evidentemente, esta maniobra es más sencilla si somos varios a bordo (al menos una persona al timón y otro en la proa), aunque con un poco de práctica puede realizarse perfectamente en solitario. Por otro lado, es importante amarrarse a la boya con cabos adecuados de suficiente resistencia y elasticidad; así como comprobar que la boya (y su muerto) está bien está dimensionada para nuestro barco, y todos sus elementos se encuentran en buen estado.

En este nuevo capítulo del libro on-line “FONDEAR” veremos los siguientes aspectos relacionados con el amarre a una boya:

– Componentes de una boya de amarre.

– Aproximación a la boya por la proa.

– Forma de  amarrarse a la boya.

– Aproximación para coger la boya por la popa.

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