David Ruiz, en la proa del Thor Cinco, siguiendo al Sol

DAVID RUIZ, armador del velero “Thor Cinco”, es un reconocido diseñador gráfico y creativo publicitario de Barcelona, que ha finalizado con éxito una vuelta al mundo a vela en solitario, a la que ha dedicado cuatro años.

Se inició en el mundo de la vela formando parte del equipo de optimist del Club Marítimo de Barcelona, más tarde su pasión por el viento le llevó a practicar el windsurf en las playas de Tarifa; y finalmente comenzó la navegación a vela en crucero, convirtiéndose en un experto navegante oceánico.

Primero adquirió un velero RO 300, después un First 36.7 y, desde 2007, es armador de un ALUBAT Cigale14, el “Thor Cinco”. David Ruiz ha cruzado cinco veces el Atlántico, tres de ellas en solitario; y ha participado en dos Grand Prix del Atlántico (2010 y 2014).

Para realizar esta última aventura, David decide cerrar su estudio durante unos años, saliendo de su “zona de confort”, y se lanza a navegar sin prisa, con tiempo para disfrutar y observar la naturaleza.

Sus familiares y amigos le acompañarían en algunos de los puertos que visitase.

Comienza su aventura oceánica sin un rumbo claramente definido, para acabar dando la vuelta al mundo, el sueño cumplido de todo navegante oceánico.

David Ruiz, desayuno a bordo del Thor Cinco

Agradecemos de antemano a DAVID RUIZ, amante del mar y del viento, que comparta con nosotros su experiencia en esta entrevista.

David: muchas millas navegadas en tus 4 años de vuelta al mundo.

¿Eres más del Atlántico, del Pacífico o tal vez del Índico?.

Cada océano me inspira cosas diferentes. El atlántico significa la gran escapada, es dejar el hogar y poner rumbo a la aventura, una autopista hacia la libertad. Es cuando el término “soltar amarras” adquiere su máximo significado.

El Pacífico es pura fascinación, significa un sueño cumplido.

Navegar por las mismas aguas que lo hicieron con tanta valentía y tantas penurias, Magallanes, Cook, La Bounty de Blith, o Thor Heyerdall con la KonTiki, entre otros muchos célebres barcos y navegantes, tiene un componente de romanticismo que lo convierte en algo muy especial, casi mágico.

Isla de FAKARABA

Es pura emoción. Llegar por mar a vela a las míticas islas del Sur, lo que entendemos por paraísos, es una experiencia de vida que ha quedado grabada para siempre en mi memoria.

El Índico es el que me inspira más respeto, hace que afloren todas las aprensiones. La ruta norte cruzando por Indonesia hasta Singapur y el estrecho de Malaca hasta Thailandia ha sido toda una odisea para mi debido a algunos problemas técnicos, entre otras muchas cosas que me sucedieron, estuve dos días a merced de las corrientes en pleno estrecho de Malaca, sin viento, por una avería en el motor, en una de las zonas con más tránsito del mundo y plagadas de pesqueros faenando.

Has descubierto gentes, culturas, ambientes diferentes.

¿Algún país, bahía o isla especial dónde volver a recalar?.

Vanuatu, cualquiera de sus islas; en especial Tana coronada por un espectacular volcán en activo que merece ser visitado. 

Vanuatu está lejos de todas partes, al Oeste de Fidji y al noreste de Nueva Caledonia. Hay poco turismo de manera que no está adulterado. 

Sus gentes satisfechas y bien organizados sus poblados en plena naturaleza, con grandes mercados y buenas escuelas.

Vanuatu

Me hace pensar en como podría haber sido todo, si en lugar de darle la espalda a la naturaleza, hubiésemos sabido integrar en ella, nuestros pueblos y ciudades construyéndolos con inteligencia y el respeto adecuado.

El archipiélago de las Marquesas es otro de los lugares a mencionar. 

Llegar a Hiva Oa después de 33 días de navegación desde Panamá ha sido uno de los momentos más emocionantes del viaje.

Isla de HIVA OA

En cuanto se dibuja la isla en el horizonte te invaden los aromas de sus flores, en especial el de la Tiaré Tahiti, una especie autóctona que posee un perfume único. 

La belleza de estas islas desde mi punto de vista no tiene competencia. Montes escarpados de basalto que suben en acantilados vertiginosos desde el mar hasta casi los mil metros de altura, coronados en sus cimas por las nubes. Selvas tropicales muy frondosas rebosantes de árboles frutales y gente muy hospitalaria. Fatu Hiva es una de las isla más espectaculares, y la bahía de Anaho en Nuku Hiva es otra de mis preferidas, donde estuve fondeado un par de semanas, compartiendo la vida con las cuatro familias que viven allí, en plena naturaleza, sin carreteras, cazando cabras y cultivando sus huertos.

Para que nuestros lectores se hagan una idea de tu barco:

¿puedes contarnos como es el velero THOR CINCO: cualidades marineras, características, equipamiento, etc.?.

Es un velero de desplazamiento ligero construido en aluminio por el astillero Alubat. Diseño original de Jean Marie Finot en el año 1997. La leyenda dice que es el barco que dibujó para él y su familia, y acabo construyéndolo en serie. 14,6 metros de eslora por 4,45 de manga y 2,20 de calado, el pequeño de la saga Cigale. Va equipado con 2 tanques de lastre uno en cada banda en popa, que se activan con sencillo sistema de válvulas, por inercia o por bomba según se requiera, permitiendo meter rápidamente hasta 600 litros de agua en cada costado para compensar la escora y asentar bien el casco sobre el agua en función de las condiciones reinantes.

Es un diseño que en su momento se avanzó a la tendencia hoy tan actual de barcos con carena plana y mucha manga cortados por la popa. Muy rápido en portantes, no es difícil ponerlo a 15 nudos, surfero, ideal para la navegación oceánica.

La maniobra es sencilla, y a pesar de su eslora que podría considerarse excesiva para navegar en solitario, no representa ningún problema para hacerlo, y la seguridad que transmite de agilidad y robustez no tiene precio.

Thor Cinco, navegando con poco viento

Soy partidario de equipar un barco con lo mínimo necesario sin prescindir de lo esencial. Parto de la base de que todo acaba estropeándose, así que se trata de tener lo menos posible para romper lo menos posible. Pienso a menudo que Moitissier y toda su generación ni si quiera llevaban motor, así que creo importante no volverse demasiado loco con sofisticaciones innecesarias que terminarán convirtiéndose en dolores de cabeza. Los problemas técnicos son una de las grandes lacras en una navegación alrededor del mundo. Conseguir recambios o buenos técnicos en la mayoría de lugares por donde navegas puede acabar con tu paciencia, tu economía y en definitiva con tu viaje.

Llevo un plotter B&G y 2 pilotos automáticos Raymarine. Un hidrogenerador Whatt and Sea magnífico, que proporciona en navegación toda la energía que necesito y 2 placas solares flexibles sobre el bimini para los fondeos. La nevera de serie, no llevo congelador ni potabilizadora, navegando en solitario no tengo problemas de espacio para estibar agua embotellada, a parte del depósito de 500 litros que lleva el barco. Para comunicaciones llevo una radio BLU que no uso jamás y la VHF. Un ordenador portátil y un teléfono satelital Iridium me permiten tener correo electrónico y bajar partes meteorológicos.

Thor Cinco, navegando a toda velocidad en el Pacífico

El barco va equipado con un motor volvo Md de 55 cv, que en condiciones de mar plana me da 7,5 nudos; 1 depósito de 250 litros de gasoil y otros 200 en bidones de plástico estibados en dos cofres de popa. De todas maneras, mi filosofía en este viaje ha sido no poner en marcha el motor hasta que la velocidad bajase de los dos nudos, y reservar el motor para emergencias y entradas a puerto.

Me enamoré del Cigale 14 desde el instante que lo vi en La Rochelle hace ahora 15 años y no volví a conciliar el sueño hasta un año más tarde, el día que conseguí encargar el mío.

Hablando de navegar. ¿guardamos el sextante en su estiba, o mejor lo desempolvamos y utilizamos?.

La tecnología nos lo pone tan fácil que sacar el sextante se ha convertido en un acto de romanticismo. Hoy puedes dar la vuelta al mundo con tu teléfono móvil. Eso ya depende de cada uno.

En principio no está previsto que alguien desconecte los satélites, aunque tal y como vamos últimamente no es imposible que ocurra y nos encontremos todos de pronto desempolvando los sextantes, trazando rumbos en cartas de papel y sufriendo de escorbuto.

En Colombia

Y seguimos navegando, porque… ¿Cuántas horas se duerme al día en la mar?.

Diría que esto es lo más complicado de la navegación en solitario. Normalmente en travesía duermo entre 30 y 40 minutos seguidos como máximo. Hecho un vistazo a la pantalla del plotter sincronizada al móvil para observar radar y AIS, y si no hay novedad continuo durmiendo otra media hora hasta que suene de nuevo la alarma. El cuerpo se acaba acostumbrando a todo. A veces se complican las cosas o sencillamente atraviesas zonas con mucho tráfico, y acabas sin pegar ojo. Entonces intento recuperar las horas de sueño durante el día.

Como norma procuro no estar más de 40 horas seguidas sin dormir ya que he comprobado que al menos en mi caso, a partir de entonces empiezan las alucinaciones y pones la navegación en peligro. Esto lo he sufrido mucho atravesando Indonesia rumbo a Singapur y también en el estrecho de Malaca, donde el tráfico es constante tanto por buques comerciales como por las inmensas flotas de pesqueros que están por todas partes, a todas horas y muchos de ellos sin Ais sembrando el mar de redes mal señalizadas. Allí dormir es absolutamente imposible y me ha obligado a hacer singladuras de dos días como máximo y buscar fondeos para descansar.

Vamos ahora a algo que suena muy bien. Cuéntanos, por favor, de tus 2 años por los mares del Sur.

Realmente es la parte más bonita del viaje. Por su componente de romanticismo, que ya he comentado antes, y porque llegar hasta allí con tu propio velero habiendo salido desde Europa es un chute de satisfacción, sientes que lo has logrado. 

Tras dejar las Marquesas, que como también he dicho es el lugar más bello en el que he estado, he fondeado en las Tuamotus, concretamente en los atolones, el de Kauehi y Fakarava.

Aquello es otro mundo, hay muy poco turismo, la luz, las aguas, la vegetación, los tiburones que están por todas partes, todo es exuberante.

Thor Cinco fondeado en TUAMOTUS

Las islas de Societé son preciosas también, pero ahí el turismo de gran lujo está muy asentado como todos sabemos, y eso hace que se pierda gran parte de la magia que tienen los demás archipiélagos.

El grupo de islas Vavau en Tonga es otro lugar impresionante, navegas por el interior de un entramado de islas, forradas de vegetación, son los fiordos del trópico. 

Moorea Societé

Y luego está Vanuatu con sus volcanes que ya he mencionado al principio. Puedo decir que los mares del Sur han superado todas mis expectativas.

Cinco cruces del Atlántico, tres de ellos en solitario. ¿Cuál fue el mejor?

El mejor fue el primero. A parte de lo que representa emocionalmente cruzar el atlántico en solitario por primera vez, encontré unas condiciones inmejorables. Alisios de 15 nudos constantes, siempre sol y sólo algún chubasco ya llegando al Caribe. Una navegación de lo más placentera. La segunda vez fue en el marco de la regata Gran Prix, en la categoría de solitarios, y fue complicada. El paso de una borrasca atlántica acabó afectándonos a toda la flota. El Bucanner un barco mítico con 8 tripulantes se fue a pique y su tripulación rescatada por un transatlántico.

Yo me rompí los tendones del brazo izquierdo después de perder el equilibrio tras una tumbada del barco, y eso representó navegar durante diez días hasta Santa Lucía en unas condiciones bastante penosas, con un sólo brazo para maniobrar el barco, muchos dolores, un tiempo horrible de chubascos violentos, lluvias torrenciales y calmas interminables bajo la niebla. Así y todo, debo decir que llegué eufórico al Caribe tras ver que podía arreglármelas sólo para superar las circunstancias.

La tercera vez ha sido durante esta vuelta al mundo, y tampoco ha sido fácil. Los alisios estaban disparados, los chubascos continuos, el viento nunca bajó de los 26 nudos lo que acabó generando olas de 4 a 6 metros durante gran parte del cruce. Hasta aquí nada que objetar, adrenalina pura, pero a estas condiciones se sumaron unos problemas técnicos que me llevaron hasta el agotamiento físico y sobretodo psíquico. Llegué a emparanoiarme con los ruidos. Es la primera vez que me he sentido vulnerable. Me costó unos cuantos días notar que volvía a tener el control de la situación.

Una de las situaciones más difíciles a bordo debe ser con mal tiempo. ¿Qué técnicas, velas y equipamiento utilizas en el THOR CINCO en caso de temporal?. 

Thor es un barco planeador, así que la técnica adecuada es correr el temporal. La seguridad está en la velocidad.

Una pequeña trinqueta y dos rizos en la mayor hacen volar al barco con vientos estabilizados de 30 nudos y mar formada.

Llevo velas de hidranet, un material duro, muy resistente y duradero.

Thor Cinco navegando con Fuerza 8

El barco en estas condiciones está en su salsa y las grandes emociones están aseguradas. A partir de aquí si la cosa va a más dispongo de un tercer rizo y un tormentín que permiten navegar relativamente bien con fuerza 8 e incluso 9. Al final te das cuenta que el barco soporta perfectamente bien estas condiciones, y que el que debe aguantar eres tú. El límite lo pones tú. Si tiendes a reducir demasiado el trapo, es cuando las olas empiezan a jugar contigo y la navegación puede empezar a ser peligrosa, así que se trata de aguantar la presión y correr todo lo que puedas. Afortunadamente no me he encontrado nunca en lo que podríamos llamar situaciones extremas de mal tiempo.

David, en la última parte de la vuelta al mundo cruzas el Mar Rojo, que es una zona peligrosa para un velero. ¿Alguna anécdota que destacar?.

La etapa desde Sri Lanka hasta Djibouti cruzando la Hight Risk Area a través del Golfo de Adén y el cuerno de África hasta la entrada del Mar Rojo, supone una presión extra de estrés por el tema de los piratas; sin embargo, ha sido una de las etapas que más he disfrutado, primero por unas condiciones excepcionales de viento que me llevaron durante varios días disparado a más de 12 nudos de promedio desde Maldivas, y segundo porque no tuve el más mínimo percance.

Impresiona ver a los cargueros que transitan en formación de convoy en grupos de 6 o 7 y avisan por el AIS que llevan hombres armados a bordo, pero también hay aviones de reconocimiento de la coalición internacional que patrullan la zona, y al final la sensación de seguridad es notable. De hecho, según mi información, el último ataque a un velero se produjo hace ya tres años.

Siempre había pensado que una vez en el Mar Rojo la aventura con mayúsculas ya prácticamente había finalizado.

Sin embargo, y como anécdota de esta última etapa y hasta mi llegada en septiembre a Barcelona, comentaré que estando en Djibouti estalló la crisis de Covid. 

Esto ha significado una aventura extra hasta el final del viaje.

El Mediterráneo y los puertos cerrados; problemas para abastecerme de comida… fui expulsado de Eritrea y Sudán por patrulleras de militares, y posteriormente de Grecia, donde estuve a punto de acabar en la cárcel por haber entrado ilegalmente desde Turquía, a pesar de ser ciudadano europeo.

Confinado en el Mar Rojo

Pero no todo fueron problemas, en Egipto estuve confinado dos meses en un fondeo maravilloso junto al velero Aldivi de mis amigos mexicanos, la primera familia mexicana dando la vuelta al mundo. Allí conseguimos que nos abastecieran, siempre por las noches de forma secreta, y pudimos disfrutar de buceos increíbles y playas desiertas únicamente para nosotros.

Al final ha resultado ser otra gran experiencia de vida provocada por unas circunstancias absolutamente inéditas.

Suez, Aldivi y Thor Cinco

Te identificas con la frase de Mark Twain: “ El hombre que vive plenamente, está preparado para morir en cualquier momento”. Me parece una frase genial.

¿Has vivido plenamente estos 4 años o echaste algo en falta?.

El verdadero viaje navegando en solitario, es el que haces interiormente. Me he dado cuenta que navegar en solitario me atrae tanto porque obliga a estar presente en todo momento, y eso se traduce en intensidad, en vivir plenamente cada segundo y así ha sido prácticamente durante todo el viaje. Han sido cuatro años en plena naturaleza, descubriendo lugares increíbles y viviendo experiencias extraordinarias. En esta situación se olvida fácilmente la vida urbana y lo que entendemos por comodidades. Los valores cambian por completo y se percibe el mundo de otra manera, mucho más lógico y humano.

Pero el gran regalo del viaje ha sido sentir la libertad con mayúsculas. Puedo decir que me he sentido verdaderamente libre, y esa sensación acaba llevándote a un estado de plenitud y satisfacción personal que te reconcilia con todo y da sentido a la vida. Y cuando te sientes así, morirte ya no te preocupa nada en absoluto, lo percibes como lo que es, algo normal que forma parte del juego, de la vida.

Nueva Zelanda

Esperemos que pronto vea la luz tu libro sobre tu vuelta al mundo.

¿Para cuándo la presentación?.

Espero tenerlo listo en un par de meses.

¿Atracamos el barco y desembarcamos, o tienes algún proyecto para volverte a hacer a la mar?.

Ahora mismo mi proyecto está en tierra y no es otro que volver a arrancar mi estudio creativo; todo un reto que me motiva mucho. Me siento como a los 25 años cuando estaba todo por hacer. Esta desconexión total, me ha permitido hacer un reset por completo, y regreso con ideas nuevas y con muchas ganas de trabajar en una profesión que casi podría definir como mi otro hobbie . Algunas ideas rondan en mi cabeza respecto a la próxima navegación, uno no deja de soñar nunca, pero ahora mismo es demasiado pronto para pronosticar nada, necesito más distancia. Por ahora creo que Thor va a descansar merecidamente por lo menos hasta el verano amarrado en Port Ginesta.

Una última cosa para finalizar: ¿Qué te enseñó la soledad?.

He viajado sólo pero jamás me he sentido sólo. La soledad no depende de estar sólo o acompañado, sino que más bien es un estado mental. Es fundamental llevarse bien con uno mismo, sino un viaje así no sería posible. La soledad permite conocerte a ti mismo hasta los rincones más recónditos de tu personalidad; es un espacio de tiempo en el que tu cerebro fluye sin interrupciones de ninguna clase y se establece un diálogo interior constante. Reflexionas mucho, deduces y en definitiva aprendes. 

Todo esto se traduce en una evolución como persona.

Enfrentarse solo a los contratiempos con los que vas encontrándote a lo largo del viaje durante tanto tiempo, donde todas las decisiones las debes tomar tu, y eres el responsable de todo lo que te ocurra, te va dotando de una gran solvencia y seguridad en ti mismo.

Fondeo en San Bernardo, Colombia

Aprendes a relativizar los problemas y a preocuparte realmente sólo por lo necesario; se acaba instalando la serenidad y eso hace que disfrutes mucho más de la vida porque la miras desde arriba.

Podéis visitar en blog de David Ruiz en el siguiente enlace: thorcinco.squarespace.com

También el Instagram: @thorcinco

Entrevista realizada por Santiago Iglesias de Paul

Desde «Navegantes Oceánicos» agradecemos a David Ruiz esta valiosa entrevista, que recomendamos por su gran interés a todo aquel que este planeando una navegación oceánica. También deseamos a David mucha suerte en esta próxima etapa y en la publicación de su libro, que esperamos ver pronto editado.