Voy a presentaros a Juan González-Aller Lacalle, marino de profesión y de corazón.

Juan tiene 58 años, casado con Elena y padre de cuatro hijos. Ha surcado los mares con el uniforme de la Armada y también con la ropa cómoda de los skippers, a bordo de los barcos que ha tenido  “Cecilia”, “Atrevida II” y “Prince Azur” y que ha patroneado por aguas mediterráneas y atlánticas durante unos cuantos años. Y está encantado con la mar. Su mar.

Además de dichos barcos veleros, ha estado embarcado durante más de 20 años y mandado varias unidades de la Armada. De ellos, ha pasado casi 5 años a bordo del Buque Escuela “Juan Sebastián de Elcano”, primero como guardiamarina, despues de Oficial de meteorología y jefe de maniobra, y finalmente como Segundo Comandante.

Singladuras inolvidables amparado por el Trinquete, los velachos, cangrejos y foques, y bajo los acordes de la banda de música que todas las noches daba un concierto en la cubierta y tocaban aquello de “En paz o en guerra, en calma o tormenta hay que navegar”. Sí, sonaban también las habaneras.

Ahora, en sus ratos libres, se dedica también a escribir y a transmitir su experiencia en la mar a través de su página web www.navegantesoceanicos.com. Una web muy interesante, ya os digo.

Hoy le toca a él, ser entrevistado.

En primer lugar, enhorabuena por tu web de navegantes oceánicos. Me consta que tienes muy buenos amigos.

¿Recomendarías comprarse un barco a alguno de ellos?

Afirmativo, a todo aquel que le apasione navegar, y disponga de tiempo, le recomendaría que se comprase un barco. Tener un barco implica un esfuerzo económico y mucha dedicación, pero las satifaciones y la “libertad” que tiene el armador o propietario de un barco, especialmente de un velero, compensan todo lo demás.

A bordo de tu velero, ¿Cómo te gusta navegar, en familia o con amigos?

Me gusta mucho navegar de ambas formas. Para la familia, nuestro barco en un punto de unión, y todos los años en cuanto podemos hacemos nuestras escapadas. Nuestros hijos, desde que eran pequeños, ya han navegado y vivido a bordo.

Por otro lado, las travesías más largas o traslados del barco, por ejemplo de Canarias a la península, suelo hacerlo con muy buenos amigos, que nos conocemos y navegamos juntos desde hace años, y tengo que decir que no lo pasamos mal. También he hecho mis pinitos con algunas navegaciones cortas en solitario, aspecto a mejorar.

Cuéntanos por favor, alguno de los momentos más placenteros que has vivido en la mar, y también el más dramático.

Momentos placenteros en la mar , y especialmente a bordo de un velero hay muchos. Me quedo con algo tan sencillo como una buena puesta de sol, o un desayuno con huevos fritos y bacon en cubierta.

Los momentos más dramáticos en la mar los he vivido en el Mediterráneo, frente a Libia, en el año 2017, en operaciones de rescate de inmigrantes, los cuales en neumáticas sobrecargadas trataban de llegar a Europa. Se salvaron muchas vidas, pero desgraciadamente se perdieron muchas otras, en su mayoría ahogados en la mar.

Por otro lado, aunque he tenido la oportunidad de ver de cerca algunos temporales, uno de los momentos más angustiosos que he vivido ha sido un hombre al agua navegando en el Atlántico Sur con fuerte viento. Cayó al agua en una virada y afortunadamente conseguimos recuperarlo a bordo, pero fueron momentos de gran tensión.

No nos ponemos de acuerdo. No sabemos si es “el mar” o “la mar”.

¿Con cuál te quedas?

Me gustan las tradiciones, por lo que me quedo con “la mar”.

Has navegado como patrón/comandante y como oficial/tripulante. Elige… ¿Con qué puesto te quedas?

He disfrutado en todos los puestos que he desempeñado a bordo de todo tipo de barcos, grandes y pequeños. Lo importante es formar parte de un buen equipo, con buen ambiente, donde cada uno tiene sus responsabilidades y es necesario para que el barco funcione. El compañerismo, el compromiso y la lealtad son valores muy importantes a bordo, sea en un barco grande o pequeño.

Si tengo que elegir alguno, me quedo con el patrullero «Anaga» mi primer mando en la Armada, basado en Menorca; y el de patrón de nuestro primer velero “Cecilia”, un Etap-26 con el que navegamos en aguas de Noruega.

¿Eres más de sextante o de GPS?

Sin duda de GPS. Es un equipo esencial a bordo, integrado ya en el resto de sistemas, como la carta eléctrónica, las comunicaciones radio, el AIS, la radiobaliza, etc. Sin embargo, puede ser compatible con observar las estrellas en una noche de buena visibilidad.

Con tanta navegación que llevas a tus espaldas… ¿Te falta alguna singladura por emprender?

Me falta una singladura que seguramente está en la mente de muchos lectores, y que es poder dar la vuelta al mundo en un velero. Por el momento, a corto plazo está complicado, aunque espero poder realizarla algún día.

Por favor, ya que tenemos unos cuantos en nuestra historia naval, dime un navegante al que emular, o que admires especialmente.

Ya que estamos conmemorando el 500 aniversario de la primera vuelta al mundo, elijo a Juan Sebastián de Elcano, gran marino vasco que completó la primera circumnavegación, iniciada con Fernando de Magallanes; posiblemente la mayor gesta de navegación oceánica.

Para finalizar, tu que tienes un barco y conoces a gente de la náutica,¿Qué crees que se podría hacer para para mejorar la marina de recreo?.

Pienso que es muy importante apoyar al sector de la náutica de recreo, especialmente en este momento tan difícil por el impacto del COVID-19, facilitando y potenciando las actividades náuticas, reduciendo impuestos y dando ayudas a las empresas del sector para que puedan recuperarse, y para hacer de la náutica una actividad más asequible para todos.

Por otro lado, seguramente tenemos demasiada burocracia en la náutica de recreo, motivo por el cual es tan frecuente que armadores se inclinen por abanderar el barco en otros países (bandera belga por ejemplo) para reducir costes y papeleo.

Sería muy positivo potenciar las competiciones a vela, y la afición a la mar. Con las costas envidiables que tenemos, el sector náutico tiene uno de los mayores potenciales de crecimiento de nuestra industria.