Imagen: Navegante oceánico Juan Merediz Puente

Juan Merediz Puente es uno de los grandes navegantes oceánicos españoles y, con más de 150.000 millas navegadas, es todo un referente en las navegaciones a vela de altura y en solitario.

Entre sus múltiples navegaciones, destaca su participación en la MINI-TRANSAT de 1995, cruzando el Atlántico en solitario en un velero de 6,5 metros de eslora, y la regata Solitarie Le Figaro de 1997.

También participó en la mítica regata de vuelta al mundo Barcelona World Race 2010/2011, con una tripulación de dos skippers en cada barco, a bordo del velero “Central Lechera Asturiana”; aunque por avería no pudieron completar la regata.

Por la proa, Juan Merediz se ha propuesto el reto de participar a bordo de su velero (modelo POGO 40S) en la Global Solo Challenge 2023/24, que es una regata alrededor del mundo, en solitario, sin escalas, a través de los tres grandes cabos, y que partirá del puerto de La Coruña.

En esta entrevista Juan Merediz nos relata sus comienzos y experiencias en el mundo de la navegación a vela, y cómo afronta la preparación de este gran proyecto que tiene por la proa. Agradecemos de antemano su inestimable colaboración.

Entrevista a Juan Merediz

Juan, ¿cómo fueron tus comienzos en la navegación a vela?, ¿Cuál ha sido tu trayectoria antes de la MINI-TRANSAT de 1995?

Comencé a navegar en Gijón gracias a la iniciativa de Jose Luis Camblor y el Club Marítimo Astur que trajeron unos viejos optimist. Yo quería ir a la Mar, no importaba en que tipo de barco y fue la vela la que me dio la oportunidad. La intención no era regatear en ese momento. Fue entonces y allí cuando cayó en mis manos un número de la revista Bateaux en la que hablaban de la Transat 6,50. Tenía 15 años y empecé a soñar con aquello. Después me hice tripulante de snipe y mientras fui aprovechando cada oportunidad para navegar en todo aquello que flotara.

Con 18 años conseguí embarcar para mi primera travesía de altura y con 20 para la primera en solitario, en un first 25 en el que completé Les Sables d’Olonne Gijón. Hice mi primer intento en encontrar presupuesto para la Mini del 91, después la del 93.

¿Qué te impulsa a dar el salto a la navegación oceánica en solitario? ¿puedes contarnos tu experiencia en regatas como la MINI-TRANSAT o la Solitarie Le Figaro?

La Mini transat, entonces Transat 6.50 no era un objetivo único, era parte del camino. No teníamos posibilidades económicas en casa así que se trataba de dar pequeños pasos que me acercasen. Compré unos planos al Grupo Finot para construir mi propio barco, que finalmente no se terminó por falta de dinero a pesar de tener el casco hecho. Aún con todo conseguí apoyo para alquilar un barco prototipo y correr la Transgascogne del año 95 que tenía como etapa intermedia Gijón. El resultado fue muy bueno con un 9 ºy un 4º para hacer 7º final. En apenas 10 días tenía que encontrar el dinero para continuar ya que mi única opción era utilizar el mismo barco ya que la cualificación es conjunta. El último día posible, D. José Cardín, Presidente del grupo El Gaitero, me dio la noticia de que me apoyarían para correr la regata. La regata fue una gran aventura en la que aprendí en cada cuarto de milla. 15º fue mi puesto final.

La Solitaire de Le Figaro era otro hito necesario según mi punto de vista. La regata más dura que jamás haya disputado. Barcos iguales y el nivel más alto posible, con Cammas que finalmente la ganó, Poupon, Le Cam, Desyoyeaux, etc. Nunca me marco un objetivo de resultado, dicho de otra forma, siempre pienso que puedo tener mis opciones a ganar, aunque sean pocas. Y así la disputé. La regata es tan complicada que se hace una clasificación para los participantes novatos. Conseguí llegar primero en la primera etapa, a Gijón precisamente. Esta es una regata por suma de tiempos en cuatro etapas. La última etapa desde Kinsale en Irlanda me daba una ventaja de 3 minutos tan solo con el a la postre vencedor que fue Damien Foxall. Una hora me separó de la victoria después de 1450 millas. Y el pódium me regaló estar entre Damien y la increíble Florance Arthaud; cuarto quedó un tal Jeremie Beyou, después Yann Elies, Vicent Riu… Todo un regalo para mi viendo a dónde llegaron.

¿Cómo se organiza la vida a bordo en una navegación en solitario? Dormir, la comida, el manejo de las velas, ¿Qué es lo más complicado? ¿Cuáles son los mejores momentos a bordo?

Nunca debemos olvidar donde estamos y que la Mar que tanto nos gusta es peligrosa, sobre todo cuando no la respetamos. Así que todo ronda a la seguridad de barco y tripulante. Me gusta navegar con intensidad cuando compito. Si es el piloto el que lleva el barco, todo lo que haga tiene que servir para mantener la velocidad del barco, dígase trimar velas, asiento del barco, orden a bordo y también descansar, comer e hidratarse. Fallando en alguno de estos aspectos el rendimiento del conjunto bajará. Y es realmente fácil olvidarse de beber o de no descansar cuando es la oportunidad.

No sabría indicar el mejor momento a bordo. Quizás como marino deba decir que el momento pueda ser también el más desagradable, que es llegar a puerto. Me refiero a que llegar es nuestra obligación pero también el fin temporal de lo que tanto nos gusta.

Imagen: Velero «Central Lechera Asturiana» en la BWR 2010/11

En la regata de vuelta al mundo a dos, Barcelona World Race 2010/2011, una de las pruebas más duras del mundo, sufristeis una importante avería. ¿Cómo se desarrolló la regata?

Sufrimos varias muy importantes averías más allá de que se les diera publicidad. Un mes antes de la salida perdimos el mástil original. Ese mes de diciembre de 2010 fue una carrera contra el reloj para encontrar un palo, llevar el barco a Barcelona, adaptar velas, etc.

Como todos los barcos fuimos con nuestras averías pero navegando ya en el Atlántico Sur sufrimos la rotura de varios manguitos del sistema hidráulico de la quilla, que quedó completamente libre. Fueron 1880 millas hasta Capetown, posiblemente de las más complicadas que haya completado nunca. Una quilla de 4,50 metros con más de cuatro toneladas moviéndose de lado a lado, rompiendo cada sistema que buenamente intentábamos hacer que funcionase, no fue una grata experiencia.

Después de reparar continuamos y aquel viejo mástil que habíamos encontrado para sustituir el nuestro no soportó el paso de un ciclón extratropical que nos cruzó por la proa a 130 millas de arrumbar hacia el Estrecho de Cook en Nueva Zelanda. Con el palo a mitad llegamos a Wellington donde y gracias al esfuerzo de muchos, conseguimos repararlo uniendo las dos piezas y continuar 23 días después.

1400 millas después, tras cuatro días y medio de navegación, un estallido previo y las cuadernas centrales habían roto lo que ya no nos daba más opción que buscar puerto. 10 días de travesía en sentido W, con un temporal de viento sostenido en 65 nudos durante 6 horas, curiosamente del NE, en la parte alta de un gran anticiclón en el Pacífico Sur y los servicios de salvamento de España y Nueva Zelanda pendientes de nuestra navegación. Posiblemente la navegación de la que más orgulloso me siento, habiendo llegado mi compañero, nuestro barco y yo con seguridad a Tauranga en Nueva Zelanda.

Imagen: Ruta de la «Global Solo Challenge 2023/24». Fuente GSC webpage.

Tu próximo proyecto es la vuelta al mundo a vela en solitario y sin escalas Global Solo Chalenge 2023/24, ¿Qué te motiva a emprender este gran reto?.

De muy niño mi motivación era saber que había detrás de la línea de horizonte que veía desde mi habitación. Y sigo igual. Quiero navegar para buscar el mismo puerto del que parto sin dar atrás. Es lo que leía de pequeño cuando descubrí el viaje de Clay Blith dando la vuelta al Mundo en solitario en sentido al oeste. Intenté muchas veces participar en la Vendee Globe. No supe encontrar apoyos.

Y Océano es Océano y creo que la Global Solo Challenge será más accesible en lo más difícil, conseguir estar en la línea de salida encontrando los apoyos económicos necesarios, que serán menores.

Imagen: POGO 40S de Juan Merediz a toda vela

Juan, ¿Cómo es el velero POGO 40S, con el que vas a realizar la Global Solo Challenge?, ¿qué equipamiento llevarás a bordo?

Es un barco conforme a las normas de la Clase 40. Barcos todos construidos en fibra de vidrio con eslora máxima de 12,19 metros y manga de 4,50 con un calado de 3 metros.

El nuestro es la versión sport del Pogo 40. Fue ganador de la trasatlántica Quebec St. Maló.

«Es un barco potente , rápido y seguro».

El equipamiento a bordo será el requerido para una navegación tan exigente, en el que las comodidades no existen. Nos preguntaba la organización si llevaríamos sistema de calefacción. Bien… dependerá del presupuesto, como siempre.

Para dar la vuelta al mundo sin escalas, tienes que ser capaz generar energía eléctrica para alimentar la electrónica y el piloto automático, entre otros equipos. ¿Cómo generas esta energía eléctrica en tu barco? ¿Cómo se puede cuidar el medioambiente en un velero?

Navegar a vela en si mismo es cuidar el medio que tanto nos gusta. Ciertamente la generación de energía es vital para todos los sistemas. Llevaré paneles solares que estamos decidiendo ahora en cuanto a capacidad. Poder llevar un hidrogenerador es un objetivo dependiente también del presupuesto final.

Lo que sí es definitivo es que utilizar el gasoil para generar con el motor quiero evitarlo sí o sí. Estamos incluso negociando apoyos para sustituir el motor por uno eléctrico, convencido de que es el futuro.

Imagen: POGO 40S visto desde proa en el varadero

Los 40 rugientes, el cabo de Hornos, ¿Cómo preparas el barco para navegar con los vientos tan fuertes y el oleaje que hay en estas zonas?

La milla más difícil siempre será la próxima y respeto tanto el Gran Sur como el Golfo de Vizcaya o el de León. Así que el barco tiene que estar preparado siempre. Para eso ya estamos navegando testeando soluciones y materiales.

El Gran Sur exige que la navegación precedente haya mantenido el material en condiciones de soportar el extremo. Navegar y salir de allí será gracias al trabajo actual y durante las millas anteriores en el descenso atlántico. Pero después de pasar Hornos aún quedará un ascenso difícil especialmente por el desgaste de barco y tripulante.

Nuestro barco es rápido en rumbos portantes, y la velocidad es seguridad.

Imagen: POGO 40S en el varadero

Falta poco más de un año para la Global Solo Challenge, ¿Cómo afrontas la preparación?, ¿Qué actividades tienes previsto realizar antes de la regata?

Navego todo lo que me permiten los trabajos de preparación y de búsqueda de patrocinadores. Ya hemos participado en las 200 millas a 2 del Club Náutico de Altea, prueba mítica que quería que fuese la primera en este camino.

Después serán las 300 millas a 3 de Moraira, el record del vuelta a Mallorca en solitario, …

Imagen: POGO 40S atracado en puerto

Juan, para finalizar, ¿Qué consejo le darías a un joven que quiera iniciarse en la navegación oceánica?

No te rindas, lee mucho y embárcate en cada oportunidad que surja. Que no te acobarde la imagen de deporte elitista que tenemos en España, te lo encontrarás muchas veces y será la escusa para no apoyarte en otras.

Prepárate para ser marino y si decides también hacerlo en regata, aprende a ser rápido 24 horas de 24.

Por fortuna tengo a uno de estos chicos trabajando conmigo en el proyecto, Joaquín Armengot. Y llegará lejos.

Imagen: POGO 40S sobre calzos en el varadero

Enlaces de interés:

Pagina web: Pasión de mar Juan Merediz

Facebook: Juan Merediz Puente

Instagram: juanmerediz

Desde «Navegantes Oceánicos» agradecemos al gran navegante Juan Miradiz su colaboración con esta entrevista, le deseamos mucha suerte, y esperamos que pueda completar la preparación del barco con los apoyos y patrocinios necesarios para afrontar este enorme reto oceánico de vuelta al mundo en solitario y sin escalas «Global Solo Challenge 2023/24».