Pepa Fernadez Lastra, navegante, comunicadora, escritora y amante de la aventura, ha encontrado en la navegación motivación y libertad. Además, la mar le ha enseñado a valorar las cosas realmente importantes, y ya forma parte de su vida.

Actualmente se encuentra en pleno crucero de un año a bordo de un velero, y le agradecemos mucho que haya encontrado un hueco entre dos navegaciones para colaborar con nosotros y transmitirnos sus experiencias en esta interesante y vital entrevista.

Entrevista a Pepa Fernández

Pepa, ¿Cómo empiezas a navegar?, ¿Qué has encontrado en la navegación para que se haya convertido en una de tus pasiones?

Realmente fue por pura casualidad, me tocó un curso de vela ligera cuando tenía 20 años, en la empresa donde ya trabajaba. Nadie en mi familia navegaba ni navega. Y me cautivó en primer lugar su extenso vocabulario náutico, yo que soy de letras, pensé, wow ¡cuántas palabras nuevas! Luego cuando probé por primera vez la vela de crucero, en un chárter a las Pitiusas, recuerdo que pensé, esto es mucho mejor, puedo viajar y llegar a nuevos destinos.

Además, me cautivó la conexión con los recursos naturales, a lo que realmente es importante, a ser consciente de que el agua es limitada y no hay que derrochar, a mirar al cielo para otear si vienen nubes que vaticinen tormenta, a vivir con tu reloj biológico, con la luz del día y no a punta de reloj. Y a desconectar de lo que no es importante, como móviles, tv, etc., justo lo contrario que en tierra. Y a sentirme que todos somos iguales en el mar, da igual tus títulos y tus bienes, allí fuera estamos todos a merced de los elementos y en constante reto personal para llegar a buen puerto.

«Es un equilibrio entre sentirte libre, y a la vez retado por el mar y el viento».

Hoy por hoy sigo sintiendo las mariposas en el estómago cada vez que suelto amarras, por muy bien que prepare la singladura siempre tienes que gestionar la incertidumbre de que pasará al final.

Has navegado por el Mediterráneo, el Caribe y también has cruzado el Atlántico, ¿por dónde te gusta más navegar?, elije una opción: ¿navegación costera u oceánica?

Si, así es, son navegaciones muy distintas, el Mediterráneo es como viajar por Europa, descubres nuevos países pero dentro de nuestra cultura occidental y sin duda el Caribe es un paraíso, por su clima, y sus aguas transparentes y la cantidad de vida marina. Sólo tienes que hacer snorkel para ver todo tipo de especies, mantas, tiburones, langostas, etc. Descubres pueblos y países que viven felices con mucho menos que nosotros, los supuestamente desarrollados. La vida transcurre más lentamente pero más intensa y apoyada en lo importante de verdad. En cuanto a navegación oceánica o costera, no es una opción, una te lleva a la otra si quieres llegar lejos.

Cuando te planteas cruzar un océano tienes que prepararte mentalmente, y acostumbrar tu cuerpo a otro ritmo, a dividir tus días entre sueño y guardias, acostumbrarte al movimiento constante del barco, a veces muy violento, a estar a su vez alerta en todo momento, pero si embargo a meditar muchas horas contemplando simplemente el mar. Es algo extraño, al principio cuesta entrar, pero al final no quieres que termine.

La navegación costera es el premio diario, después de una pequeña navegación tener un buen fondeo o puerto dónde cobijarse y bajar a conocer un nuevo lugar, tener la posibilidad de conocer nuevas gentes o culturas, o simplemente salir a cenar.

Pepa, has convivido con mucha gente, a bordo de diferentes barcos, ¿Qué cualidades crees que debe tener un buen navegante?

Si, es verdad, he dado con gente de muchas nacionalidades y culturas distintas, esto es lo más difícil a bordo, la barrera cultural y el idioma, si no tienes la mente abierta.

«Creo que lo más importante en un buen navegante es ser flexible y saber compartir».

A bordo todos dependemos de todos, mi vida está en manos de las tuyas en un determinado momento y viceversa. Tengo que poder confiar en ti, tenemos que ser capaces de formar un buen equipo, seamos dos o seis.

Para ello, la figura principal a bordo es el patrón o capitán, el debe ser un buen líder, saber formar ese equipo, dar confianza, pero a la vez saber imponer autoridad. Si falla él falla todo, da igual que el resto sea bueno, acabará cada uno por su parte.

Ser armador es todo un reto hoy en día. ¿Qué puedes comentarnos de tu experiencia como propietaria de un velero? Ventajas e inconvenientes.

Mi experiencia fue buena respecto a que me permitió conocer de primera mano, eso que tanto había oído decir, de que los barcos tienen alma y acabas sintiéndolo cómo parte de ti. Yo me sentía muy unida al mío, a pesar de que era un constante reto para mi, me superaba, era un First 40.7 y para una mujer pequeña y con poca fuerza como yo, era como intentar domar un caballo salvaje. Pero a la vez me sentía segura y orgullosa de él.

Los inconvenientes para mi, es que no soy manitas o bricolera, y siempre a bordo hay algo que se rompe o que necesita mantenimiento, y era un agujero monetario constante. Por otra parte, por lo que ya he explicado, necesitaba tripulación, y no conseguí formar una estable. Depender de otros para poder salir a navegar me fastidiaba. Sin duda para mi, es más fácil enrolarse como tripulante que formar una tripulación.

¿Qué te proporciona la mar?, ¿Puedes contarles a nuestros lectores alguna anécdota o momento especial que hayas vivido?

«Me proporciona paz y libertad».

He vivido momentos muy especiales, como una navegación de Cádiz a Canarias donde nos pilló una noche de calma chicha de esas que el mar es como un espejo, y veíamos reflejadas todas las estrellas en él, fue una sensación de estar flotando en la esfera celeste, con estrellas arriba y abajo.

También son increíbles los momentos que vives cuando te encuentras en un pequeño cayo o isla con otros veleros, si son de tu propia nacionalidad ya flipas, pero aunque no, ser capaces de reunirte todos en la playa y compartir alrededor de una hoguera lo que cada uno pueda, comer, beber, bailar y compartir experiencias como si fuéramos amigos de toda la vida. Es una solidaridad, que en tierra lamentablemente ya no encuentras.

Escribir sobre las navegaciones que has realizado es otra de tus aficiones, ¿Qué intentas transmitir en tus libros?

Así es, tengo mi blog www.libertyenvozalta.blogspot.com desde el 2006.

Necesito escribir lo que me sucede, es como mi diario personal y mi libro de bitácoras. Me sirve como memoria permanente de los lugares que he visitado y a la vez me permite, pasado el tiempo, revivir esos momentos. Y me gustaría ser capaz de transmitir a quienes decidan leerme, esas sensaciones

En estos enlaces puedes encontrar mis libros:

Rebeca Vs Liberty Enlamar : Caribe Vs Mediterráneo.

Liberty en la mar con destino en Ferdy y su Rebeca

Pepa, para finalizar, y mirando hacia el futuro: ¿tienes algún proyecto de navegación por la proa o alguna travesía pendiente?

Si, ahora mismo estoy enrolada en un velero por un año, zarpamos a finales de julio de Noruega, hemos hecho el canal de la Mancha, la Bretaña francesa, cruzado el Golfo de Vizcaya, bajada la costa portuguesa, hemos entrado en el Mediterráneo para visitar brevemente las Baleares y ahora estamos en el Estrecho de Gibraltar a punto de bajar a Canarias, luego Cabo Verde, el cruce del Atlántico hasta el Caribe, para visitar todas las Antillas hasta Bahamas, Bermudas y cruce de vuelta, Azores y para terminar de nuevo en Noruega.

Su armador se tomó un año sabático y voy como segunda de abordo, somos ahora mismo 5, un lituano, una bielorrusa, un alemán y dos españoles. Todo un desafío cultural, jajaja y ahí estamos, gestionándolo.

Desde «Navegantes oceánicos» agradecemos a Pepa Fernández su colaboración y le deseamos buenos vientos en sus próximas singladuras.

Seguiremos tus navegaciones y vivencias en tu blog www.libertyenvozalta.blogspot.com

Mucha suerte !