3.1. ESTABILIDAD.

Definiciones de: Movimiento de balance y cabezada.

La posición natural de equilibrio de un barco es la de adrizamiento, es decir, que no esté escorado ni a estribor ni a babor. Sin embargo, el viento y la mar hacen que un barco pierda dicha posición de adrizamiento, que se mueva y cambie continuamente de posición. El balance es el movimiento transversal que produce la escora del barco, mientras que el movimiento longitudinal se denomina cabezada.

Definiciones de: Estabilidad estática transversal y longitudinal (sin entrar en estudio).

La estabilidad es la propiedad que tiene un barco de recuperar la posición de equilibrio cuando la pierde por causas externas, como por ejemplo el viento o la mar. Se analiza en sentido transversal y longitudinal.

Estabilidad transversal:

Vamos a explicar este concepto con los cuatro pasos a), b), c), y d) de la siguiente figura:

a) Cuando un barco está en posición de adrizado, hay dos puntos (o centros) donde se concentran las fuerzas: El primero es el centro de gravedad (G), donde se concentra el peso del buque (P) y el segundo es el centro de carena (C), que es el centro de gravedad de la parte sumergida, y es donde actúa la fuerza de empuje (E). Con vemos en a), con el buque adrizado ambos puntos (G y C) se encuentran en la misma vertical, y podemos decir que P = E.

b) Cuando por la mar o el viento, el barco se escora, entonces cambia la forma de la parte sumergida del barco (carena) y el centro de carena se desplaza de C a C´. El punto en el que la vertical que pasa por C´ corta al plano longitudinal (línea de crujía) se denomina Metacentro (M).

En este caso (ver b) en la figura), en el que M se sitúa por encima de G, vemos que el par de fuerzas que se origina entre P y E es adrizante, por lo que el barco tenderá a recuperar su posición de adrizado.

c) En este otro caso ( ver c) en la figura), sin embargo, M queda por debajo de G, y el par de fuerzas que se forma es escorante por lo que el barco tiende tendencia a volcar.

d) Si M y G coincidieran, el barco quedaría con la escora permanente (ver caso d) en la figura).

Además, podemos observar que las dos situaciones peligrosas, con respecto a la estabilidad, es decir las descritas en c) y d), el par escorante y la escora permanente, se producen cuando sube demasiado el centro de gravedad (G). Por eso, es muy importante tener en cuenta que cuando bajamos el centro de gravedad damos más estabilidad al buque, mientras que si por el contrario subimos el centro de gravedad la estabilidad se compromete. Es decir, es importante bajar y concentrar los pesos, y evitar los pesos altos que son perjudiciales para la estabilidad, y pueden llegar a comprometerla.

Estabilidad longitudinal:

Es la tendencia que tiene un barco al cambio de asiento. Esta estabilidad depende del reparto de pesos la eslora aunque también algo de la forma del casco, por lo que es importante concentrar pesos bajos en el centro del barco, y evitar grandes pesos lejos del centro de gravedad (en la proa o en la popa). La distribución de tripulantes a bordo también debe ser la adecuada para ayudar a que el centro de gravedad esté lo más bajo y centrado posible.

Formas de gobernar para evitar balances y cabezadas.

Conforme aumenta la fuerza del viento y el estado de la mar, cobra más importancia gobernar el barco adecuadamente para limitar en lo posible los movimientos de balance y cabezada. Para ello, es necesario ajustar el rumbo y la velocidad del barco a las condiciones meteorológicas.

Cuando la mar y el viento vienen por la proa, con objeto de evitar fuertes cabezadas habrá que reducir la velocidad; y de esta forma disminuirán los pantocazos o golpes de mar, así como la entrada de agua de mar por la proa del barco. Además, debe de evitarse que la mar venga directamente de la proa, y siempre es preferible mantenerla por la amura, es decir, abierta al menos 20 grados de la proa hacia una u otra banda.

Cuando el viento y la mar vienen de popa debe ajustarse la velocidad para evitar el sincronismo de la ola, siendo preferible que la velocidad del barco sea un poco superior a la de la ola, para evitar golpes de mar y la entrada de agua por la popa. Además, también es mejor que la mar no venga directamente de la popa, sino por la aleta, es decir, abierta al menos 20 grados de la popa.

Importancia de no atravesarse a la mar.

Un barco atravesado a la mar, en condiciones meteorológicas adversas y con grandes olas, es sin duda la situación más peligrosa, dado que se pueden producir fuertes balances y por tanto grandes escoras que comprometan la estabilidad, pudiendo incluso llegar a provocar que el barco vuelque. Es muy importante gobernar el barco adecuadamente, ajustando con pericia marinera rumbo y velocidad, evitando atravesarse a la mar.

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