Navegando con buen viento en el «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

El pasado 28 de octubre, tras 49 días de navegación a vela, el velero SWAN 57 (de 1978) “White Shadow” ha finalizado la primera etapa de la vuelta al mundo avela «Ocean Globe Race 2023/24», que comenzó el pasado 10 de septiembre en Southampton y finalizó en Ciudad del Cabo.

La Ocean Globe Race 2023 es una regata que rememora y celebra el 50 aniversario de la primera regata «Whitbread» del año 1973, de vuelta al mundo a vela, con tripulación completa y con varias etapas y escalas. En ella participan veleros de la misma época que los que lo hicieron hace ya 50 años, siguiendo la misma ruta, navegando con el mismo espíritu, y con similar equipamiento y tecnología.

Agradecemos a Mariska, Octave y Metin, tripulantes del “White Shadow” en esta primera etapa, que compartan su experiencia y nos cuenten los retos que han vivido y aspectos de la vida a bordo en esta aventura de vuelta al mundo a vela.

Rutina de una guardia en el «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

¿Cómo ha sido tu experiencia a bordo del “White Shadow” en la primera etapa de la vuelta al mundo OGR 23? ¿Se han cumplido tus expectativas?

Mariska nos comenta:

Mi experiencia a bordo ha superado mis expectativas.

Además de la preparación de nuestro barco y de conocerlo a fondo durante los últimos años, hemos tenido unos entrenamientos realmente buenos que nos han armado bien tanto mental como físicamente para afrontar esta aventura y funcionar en nuestro propio micromundo rodeados de un océano cuya inmensidad apenas puede captarse.

Este enorme esfuerzo mutuo realmente ha merecido la pena y sin duda ayudará al equipo a avanzar en la carrera. No fue fácil desembarcar en Ciudad del Cabo y ver a la tripulación partir de nuevo hacia Auckland, ya que también dejas atrás una parte de ti.»

Para Octave esta experiencia ha sido:

Largo !. Navegar casi 7 semanas, a 12, en un barco de 57 pies, ha sido otra dimensión para mi…

Y el barco nunca para, día tras noche, frío, calor, lluvia, niebla… Mientras trimamos, dormimos, comemos…

Me ha sorprendido también la variedad de “paisajes”, a pesar de siempre ver agua y cielo. Cada día el color del mar y sus olas eran un poco diferentes, las nubes también, el color del cielo.

Cada día daba la sensación de estar en un lugar distinto, y lo era!

No sé bien con que expectativas me fue, por que esta regata representaba algo que nunca había vivido.

Tiempo libre en el «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

¿Qué destacarías de la vida a bordo durante una travesía tan larga en un velero? ¿Qué has echado de menos? ¿Cómo ha sido la relación entre los miembros de la tripulación?

Octave destaca:

La intensidad de las relaciones entre las personas.

En tierra, podemos llegar a ver mucha gente cada día, y comunicarnos mucho, de muchas maneras diferentes. Hay gente con quien trabajamos, otra con quien quedamos a tomar algo… y con el movil, siempre tenemos alguna conversación pendiente con alguien. Cuanta gente!

Allí, éramos los 12 y punto, nadie más y ningún móvil. Como mucho, Vicenç en la radio cada día a las 19:00.

Cada persona se vuelve protagonista. Cada uno tiene un papel y es una parte más de la gran máquina que es el barco.

Cada uno depende también del otro, y cada uno es fundamental para el otro. En ciertas circunstancias, el otro te puede salvar la vida, y esto hace que los lazos entre nosotros eran muy fuertes opino yo. Y esto a pesar de no siempre comunicarlo o hablar mucho (en una guardia de 4h de noche, se puede compartir mucho más con alguien viendo las estrellas en silencio que hablando de trabajo).

También, todos tenemos consciencia de estar en un espacio muy acotado, y de nuestro cansancio, por lo que todos nos cuidábamos siempre. Es fundamental para el buen desarrollo de la vida en el barco.

Lo que he hechado más de menos?: Dormir toda la noche en mi cama. Una buena fruta. Poder estar un poco solo y despreocuparme. Ver un concierto de música en vivo.

Manejo y trimado de velas en el «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

Mariska nos cuenta como:

A bordo, la vida y sus prioridades se simplifican a las necesidades más básicas, lo que aporta una enorme tranquilidad y una sensación de libertad que en tierra me resulta mucho más difícil de conseguir.

Aparte de echar de menos a la familia, los amigos y mi perro, me resultó extraño experimentar por primera vez la capacidad de hablar tu lengua materna (flamenco) reducida a un monólogo durante tanto tiempo.

Éramos como una familia a bordo cuidando los unos de los otros.

Turno al timón del «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

En esta regata se navega de forma tradicional, ¿Cómo se organizan las guardias, los turnos al timón, la observación con el sextante o el estudio de la meteorología?

Octave nos explica el reparto de guardias a bordo:

Hacíamos guardias de 6h de día, 4h de noche, con 2 guardias: una que trabaja y otra que descansa. En la guardia que trabaja, el timón se reparte en 1h cada uno de día, 40min de noche. Cuando las condiciones eran más duras, o que se necesitaba una mayor concentración al timón, hay veces que cambiábamos el timón cada 20’ para mantener la concentración o aliviar los brazos!

Análisis de la meteorología a bordo del «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

El sextante y la navegación eran trabajo del navegante, aunque siempre fue bienvenida ayuda externa si alguien estaba interesado o quería ayudar/aprender/participar.

Observación con el sextante a bordo del «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

La comida debe ser un aspecto importante después de muchos días en la mar, ¿Cómo se organizan los trabajos en la cocina?.

La comida es clave, tal como explica Octave:

Después de unas semanas en el mar la comida se convierte en uno de los temas principales de conversación y de ocupación, casi igual de importante que la meteo o la regata!

Hemos implementado después de unos días el sistema de “Txop” (antiguamente los niños que se subían a los barcos y que echaban una mano con varias tareas entre ellas las de la cocina).

Cada día a las 14:00, un tripulante diferente le toca “txop-day”.

Comida en la cubierta del «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

Ese dia, este tripulante sale del sistema de guardias, y ya no tiene que estar en cubierta salvo si le apetece o si se lo pide por alguna maniobra donde falten manos. Entonces, empieza con la preparación de la cena, el servicio a las 19:40 y a las 20:00 (según guardia que entra/guardia que sale) y la limpieza de todos los platos y de la cocina a posteriori. Acabada la limpieza, puede gozar de una noche entera de sueño, y se levanta al día siguiente cuando le apetezca. Entonces tiene la mañana para limpiar los baños, el barco en las zonas que hagan falta, y la preparación de la comida con servicio a las 13:40 y 14:00, y limpieza a posteriori.

Este sistema nos permitió a cada uno poder descansar una noche entera cada 12 días, y trabajar mejor en la cocina y la limpieza, liberado del ritmo de las guardias.

Personalmente, también me gusto como forma de pautar el tiempo, romper el ritmo, que se puede volver muy monótono tanto tiempo en el mar…

Galletas de mar, en la cubierta del «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

Habéis atravesado las calmas ecuatoriales (doldrums) y cruzado el Ecuador. ¿Cómo ha sido esta experiencia? ¿Lo habéis celebrado?

Mariska cuenta como:

Creo que tuvimos la mejor experiencia posible al cruzar las calmas con condiciones bastante moderadas. Nos bañamos en el océano, disfrutamos de los breves momentos de calma para simplemente disfrutar de nuestra presencia juntos y asombrarnos con las formaciones nubosas que nos caracterizaban. También fue un buen momento para reflexionar sobre nuestra experiencia. Hemos celebrado el día del cruce del Ecuador con un bautismo ritual en el que cada uno de nosotros también sacrificó una ofrenda a Neptuno. Además, la comida y la bebida de ese día fueron festivas.

Celebrando el paso del Ecuador. Imagen © Pedro Eurrutia 

Octave nos explica como vivió el paso del Ecuador:

Recuerdo el primer día de las calmas que nos bañamos al lado del barco con más de 4,000m de fondo, en medio del Atlántico… que espectáculo ver el barco desde fuera, en medio del mar que parecía aceite!

Las calmas duraron menos y fueron menos duras a nivel de nervios de lo que me imaginaba… quizás por qué ya veníamos mentalizados? Y, personalmente, tuve más calor bajando la costa Murciana en Agosto para llevar el barco a Southampton que en los doldrums (no quita el hecho que me tiraba 10 cubos de agua al día!).

Recuerdo ver unas nubes increíbles, gigantes y majestuosas, impresionantes como catedrales. Saliendo de ahí, entro un viento de proa, a babor, que nos dejó escorados más de 2 semanas en el mismo bordo.

Así pasamos la latitud 0.

De noche, con una luna bien iluminada, y un carguero en sombra china debajo de ella.

Cuando ya fue de día hicimos los rituales a Neptuno, cada tripulante a su vez, empezando por el Capitán. Fue de los momentos más emocionantes de la travesía para mi, y cada uno tenía una manera de agradecer al dios del mar bien diferente, bien suya… a la imagen de la tripulación del White Shadow.

Ducha en cubierta. Imagen © Pedro Eurrutia 

¿Cuál ha sido el mejor momento de esta larga travesía? ¿Y el más duro? ¿Te gustaría repetir esta experiencia?

Mariska nos comenta:

Entre los muchos mejores momentos, creo que lo mejor de la experiencia es vivir constantemente en el «ahora». Lo más duro fue aceptar a veces que el contexto en el que vivíamos nos imponía a veces limitaciones personales.

Estaría más que encantada de apuntarme a una aventura similar.

Avistamiento de una ballena a proa del «White Shadow». Imagen © Pedro Eurrutia 

Metin nos hace esta reflexión:

La parte más difícil es perder las conexiones diarias. Y a la larga, es también una de las mejores partes, porque al estar desconectado durante un largo tiempo he entendido el coste real del tiempo que innecesariamente gastamos hoy en día en mensajes  instantáneos digitales y en herramientas de redes sociales, que utilizamos como «dummies» cada vez que estamos un poco aburridos o estresados.

El coste real y oculto de cada mensaje instantáneo que leemos o el estúpido vídeo que miramos, es el tiempo que podemos usar en conectar con nosotros mismos o con aquellos que apreciamos.

Por que ninguna de estas herramientas digitales sale gratis. Te cambian tu tiempo con un placer instantáneo o sensación de conexión.

Y el porcentaje entre lo que realmente necesitas ver y lo que te empujan a ver, incluyendo un algoritmo que trata de mostrarte sus anuncios, pienso que no es superior al 10%.

Estoy seguro de que si mostrasen, junto a los dichosos vídeos o fotos instantáneas, una etiqueta como por ejemplo «3 minutos que puedes jugar con tu hijo» o «5 minutos en los que puedes pensar en tus objetivos reales», nos lo pensaríamos dos veces antes de perder el tiempo.

Por ello, en este sentido, ha sido un viaje importante en el que he podido reconectar conmigo mismo y entender lo valioso que es el tiempo, un bien muy muy escaso, y que merece la pena gastar en lo verdaderamente importante.

Jean Cristophe Petín, patrón del «White Shadow» al timón. Imagen © Pedro Eurrutia 

Octave destaca estos momentos importantes para él:

Probablemente la ceremonia de ofrendas a Neptuno fue el momento más emocionante de la travesía para mi.

El más duro, salir de 48h con gripe la primera semana para entrar al cabo Finisterre con 4m de olas y 40nudos!

Me gustaría repetirlo claro. Quizás otro océano, incluso otra ruta más larga aún!!

El «White Shadow» en la salida de la OGR 23/24

Galería de imágenes

Tripulantes del «White Shadow» entrevistados en este artículo

Mariska Bauwelinck

Epidemióloga medioambiental y trabaja principalmente en proyectos relacionados con la contaminación atmosférica y la salud humana.

Pasa la mayor parte de su tiempo libre en el agua, apasionada tanto del remo como de la vela.

Al embarcarse en el White Shadow, está deseando compartir su primera travesía del Atlántico rodeada de un equipo de gente estupenda.

Autor fotografía: Pedro Eurrutia

Octave Petit

Octave, joven arquitecto y músico barcelonés, también es navegante de altura desde hace años.

Su fino toque al timón aporta un valor adicional, especialmente para cruzar mares complicados como el que ofrece la etapa 1.

Autora fotografía: Anna Oddone

Metin Balci

Otro mediterráneo en la tripulación, Metin es originario de Turquía y vive en Barcelona.

Marinero en solitario, también ha llevado su 28 pies desde Marsella hasta Estambul, descubriendo la navegación por aguas azules, lejos de las tecnologías de la información y el big data que domina cuando no navega.

Autora fotografía: Anna Oddone

Los tripulantes del «White Shadow» en la primera etapa

Foto de grupo del «White Shadow», tripulantes de la primera etapa.

Autora fotografía: Anna Oddone

Jean Christophe Petit

Patrón y armador del «White Shadow».

Emprendedor de negocios digitales. Jean-Christophe ha vivido en cuatro continentes en los últimos 30 años, incluyendo un año navegando con su esposa e hijos.

Habla con fluidez 4 idiomas, ha cruzado el Atlántico cuatro veces, compite de forma regular en alta mar y ha navegado atravesando el mar Mediterráneo hasta Líbano en apoyo de las minorías.

Con mucho empuje, JC nunca se rinde, una cualidad indispensable a bordo del «White Shadow».

Antón Barreiro

Antón es un ingeniero náutico confirmado, especializado en mecánica, con experiencia de navegación en los mares del sur.

También es capitán certificado, buceador y un tipo de trato fácil, todas cualidades que necesitamos a bordo.

Antón se asegurará de que los motores del White Shadow estén funcionando sin problemas. 

Autora fotografía: Anna Oddone

Autora fotografía: Anna Oddone

Darío D’Atri

Darío nació en Argentina, rodeado de campos y desiertos, y vive en Buenos Aires. Ha pasado los últimos 25 años dividiendo su tiempo como periodista, emprendedor digital y navegante. Ha navegado en el Atlántico Sur desde Tierra del Fuego a Buenos Aires, el Mediterráneo y el Mar de Cortés, y también es regatista. Pasa todo el tiempo posible navegando en su velero de 34 pies surcando las aguas del Río de la Plata, entre Buenos Aires, Colonia del Sacramento, Punta del Este y Mar del Plata.

Participar en las etapas 3 y 4 de la Ocean Globe Race, de Nueva Zelanda a Punta del Este y de Punta del Este a Europa es el sueño de su vida como navegante.

Autora fotografía: Anna Oddone

Guillermo Cañardo

Médico de urgencias que trabaja para el Sistema de Emergencias Médicas.

Guillermo ha sido jefe de operaciones de rescate en el Mediterráneo durante tres años con la ONG Open Arms.

Ha cruzado el Atlántico en solitario en dos ocasiones en un velero de 6,5 m con la regata Mini-Transat. También imparte el curso de Seguridad y Supervivencia en el Mar de World Offshore Sailing.

Guillermo es deportista y también médico, cualidades que son sumamente necesarias en la aventura de la OGR.

Autora fotografía: Anna Oddone

Ingrid Banús Pascual 

Catalana de 43 años, psicóloga de profesión.

Empezó a navegar de pequeña en Port d’Aro compitiendo en Optimist, 420 y 470.

Después de unos años sin navegar, retomó su pasión por la vela compitiendo en regatas inshore capitaneando el Fanytas (un Dufour 34).

Pero las offshore rápidamente se convirtieron en sus favoritas, motivo por el cual decidió enrolarse en una aventura como el White Shadow.

Autora fotografía: Anna Oddone

Nicolás Vienne

Nicolás ha crecido en Cataluña y navega en muchos formatos. Ha vivido 18 años en Barcelona donde ha empezado a navegar en Optimist a los 10 años. Ha hecho competencias regionales, nacionales y europeas hasta los 18 años en  Optimist y después en Laser.

Es monitor de crucero y la vela oceánica siempre ha sido una pasión. Es conocido en el ambiente de competición de vela, donde ha destacado en Laser y J80. En la actualidad, Nicolás estudia Farmacia y también da clases de vela.

Se une a nosotros entre Europa y Ciudad del Cabo para nuestra primera etapa alrededor del mundo.

Pedro Eurrutia

Director de arte y fotógrafo freelance. Natural de Murcia, reside actualmente en Barcelona.

Tripulante de regatas costeras a bordo del Brito.

Curioso y entusiasta, fascinado por el mar y las oportunidades que brinda este proyecto.

Autora fotografía: Anna Oddone

Autor fotografía: Anna Oddone

Tom Dhyser

Francés de 22 años, nació en Burdeos. Actualmente cursa su quinto año de estudios de arquitectura e ingeniería en París.

Participa en la OGR como rounder del  White Shadow. Este proyecto es su primera experiencia real de navegación. Aunque Tom es novato en cuanto a la navegación, ha viajado toda su vida por todos los continentes. Para Tom, la OGR es una experiencia humana de por vida. Tom dice que lo que más le atrae del proyecto, más allá del rendimiento deportivo, es el aspecto vintage de la regata.

Vivir sin internet, sin teléfono ni GPS durante casi un año. Volver en un tiempo y una forma de vivir que desconoce.

Guiallume Penot

Guiallume Penot

Después de una carrera en la industria de los vinos, que le llevó a recorrer el mundo, Guillaume se centra en su pasión original: navegar.

Con sus raíces en Brittany, es el armador de un Super Maramu, con el que realiza cruceros por el Mediterráneo, acompañado por su mujer.

Descubre la navegación astronómica hace un par de años y le apasiona las posibilidades que ofrece.

Puedes conocer mejor el proyecto WHITE SHADOW MARITIM BARCELONA, y de la OCR 2023, en los siguientes enlaces de interés:

https://www.whiteshadowogr.com/

https://www.instagram.com/whiteshadowogr/

https://oceangloberace.com/

https://www.maritimbarcelona.org/

Puedes seguir la posición del White Shadow en el Live Tracker que puedes ver en siguiente enlace:

WHITE SHADOW LIVE TRACKER

Desde «Navegantes Oceánicos» agradecemos a Martiska, Octave y Metin su colaboración en este artículo.

También agradecemos a Marion y a Pedro su colaboración y su apoyo con las fotografías para este artículo.

Para toda la tripulación del «White Shadow», enhorabuena por la primera etapa de la Ocean Globe Race, y buenos vientos y mucha suerte en el resto de la vuelta al mundo!

Os seguiremos en este gran reto !