Introducción.

Para un navegante, conocer la humedad en la zona no tiene, por supuesto, la importancia que tiene obtener de forma precisa la previsión de la intensidad del viento o del estado de la mar; pero si es un dato interesante que afecta a la formación de las nubes y de la niebla y, por lo tanto, de alguna manera está relacionado con todos los fenómenos meteorológicos que nos vamos a encontrar por la proa. La presión, junto con la temperatura y la presión atmosférica, son tres variables fundamentales de la meteorología. 

Como sabemos, la humedad es la medida que nos indica el contenido de vapor de agua en la atmósfera. La humedad relativa, que es el dato que realmente puede interesar al navegante, es el porcentaje de vapor de agua presente en dicha atmósfera, pero en relación con el vapor de agua que es necesario para que se produzca la saturación (y por consiguiente la condensación) a una temperatura determinada.

Cuando la temperatura del aire disminuye, la humedad relativa aumenta, siempre que la cantidad de vapor de agua permanezca constante en la masa de aire. En un momento dado, tiene lugar la saturación de dicha masa; y cualquier enfriamiento posterior provoca la condensación que estará acompañada de la formación de gotas de agua o de pequeños cristales de hielo. La temperatura a la que esto ocurre es lo que denominamos “punto de rocío”; siendo las pequeñas gotas de agua de condensación que se depositan en los objetos lo que conocemos como “el rocío (dew)”, o como la “escarcha (frost)” cuando la condensación es en estado sólido (pequeños cristales de hielo).

Este proceso de condensación también se produce a bordo de un barco, y en la superficie de cualquier objeto, cuando su temperatura es más baja que la del punto de rocío; y se dice que los objetos sudan (sweat). Un ejemplo de esta condensación lo apreciamos en los prismáticos que usamos en un velero, cuando sus lentes se cubren de pequeñas gotitas, que hay que quitar para ver bien. También se suele producir sobre la propia cubierta de un velero, en los palos, la jarcia u otros elementos durante la noche, de forma que aparecen mojados por la mañana.

Las nubes y la niebla se forman de la condensación de agua, favorecidas por pequeñas partículas de polvo, sal u otros elementos que se encuentran en el aire. Cada partícula forma un núcleo sobre el que se forma una gota de agua. Conocer la humedad relativa y la temperatura del punto de rocío, con el psicrómetro, nos podrá indicar las probabilidades que tenemos de encontrarnos con niebla en la mar.

En este capítulo vamos a repasar unos conceptos generales relacionados con la humedad, y que pueden ser de interés para el navegante:

– El concepto de humedad.

– Definiciones de humedad absoluta, relativa y temperatura del punto de rocío.

– Aparatos de medida de la humedad a bordo. El psicrómetro y otros medidores de la humedad.

– Uso de las tablas psicométricas de humedad relativa y punto de rocío. Ejemplos y tablas descargables.

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