Tripulación del velero «Bali II», vencedor de Stella Oceani MED 2020
Stella Oceani es una navegación de altura donde no se permite utilizar el GPS y se navega con el sextante, la carta náutica, el almanaque y un reloj por observar los astros, y también con un compás magnético para tomar demoras a tierra. Esta travesía incorpora un concepto innovador, ya que la flota no compite en velocidad, sino que el vencedor es el velero más preciso al calcular su posición geográfica.
Este año se ha celebrado la tercera edición de esta competición de navegación astronómica, con la denominación de Stella Oceani MED 2020, por realizarse entre la península y Baleares, y con un gran éxito de participación (11 veleros) a pesar de las dificultades derivadas del COVID-19. Enhorabuena a la organización !!.
Vamos a contaros más detalles de como se ha desarrollado la travesía, con la inestimable ayuda de unas pequeñas entrevistas a Paula Gonzalvo, que lidera la organización, a dos de los (las) patrones(as) participantes Alejandro Mertinez y Ramón Peris, y a la navegante Ana Vilches.
Entrevista a Paula Gonzalvo, organizadora de Stella Oceani MED y navegante a bordo del velero «Dreams Drecoly»
Paula, ¿Puedes contarnos como se ha desarrollado STELLA OCEANI MED 2020? ¿Cómo valoras esta edición?.
El viernes a las 18h arribó el primer velero de la flota Stella Oceani guiándose por astros y faros, sin hacer uso del gps en toda la travesía con salida en Marina Vela el sábado 31/10 a las 13h. Aunque aquí, el que llega primero no necesariamente gana, hubo que esperar hasta el sábado para conocer los resultados de los ganadores.
Hubo un total de 16 observaciones durante la travesía, 5 observaciones con sextante y 11 demoras. Si no era posible alguna de ellas por la razón que fuera, se podía obtener hasta 3 puntos con la posición de estima. El velero Bali II fue el velero más preciso calculando su latitud y longitud tanto por estima, demoras y observación con sextante. Una competición muy reñida pues el velero Estel quedó a tan solo un punto de la victoria, 73 y 72 puntos respectivamente. En tercera posición, con 51 puntos, tenemos al velero Tifón.
Paula Gonzalvo (a la derecha) con varios participantes en Stella Oceani
Las reglas buscan el sentido común del navegante que se orienta gracias a las referencias que tiene a su alcance en cada momento: faros, estrellas, planetas, sol y luna. Una competición única en la que se permite hacer uso del motor si cesa el viento así como parar y tomar un baño si así se desea, sin necesidad de ir lo más rápido posible, fomentando la vida a bordo.
En la travesía Stella Oceani MED 2020 tuvimos desde mar calma pudiendo disfrutar de un clima excepcional y saltar al agua para un baño de mar casi todos los días de navegación desde Barcelona hasta la parada en Ibiza el martes 03/11. El Club Nàutic de Sant Antoni nos ofreció refugio del fuerte viento del NE durante dos noches, también aprovechamos para intercambiar opiniones con navegantes durante muy interesantes tertulias por videoconferencia.
Una travesía en la que el protocolo Covid nos ha acompañado desde principio a fin, casi daba la sensación de estar más unidos en el mar que en tierra, siempre pudiendo observar veleros navegando junto a otros en toda la travesía, incluso con F6 rumbo a Barcelona.
Paula, ¿Qué destacarías de las observaciones a los astros que se han realizado en Stella Oceani MED?.
Los astros elegidos por la mayoría de navegantes en esta competición han sido Júpiter y Marte durante el atardecer.
Esperaban este momento para realizar sus observaciones pues su observación era fácil, incluso antes del crepúsculo náutico, y a su vez estaban a una distancia que permitía unas rectas de altura con una separación entre sí casi de 90º.
Tripulación del velero «Estel» subcampeón de Stella Oceani MED, a la llegada a Barcelona
¿Habrá un Stella Oceani en 2021?
Para finalizar Paula, ¿Qué le dirías a alguien que esté pensando en participar en una próxima edición?
Entrevista a Alejandro Martinez, Patrón del «Tifón»
¿Puedes contarnos tu experiencia en STELLA OCEANI MED?
Participar en Stella Oceani es todo un reto para los patrones, ya que el navegante es quién se posiciona y fija el rumbo; por lo que el patrón pasa a un segundo plano, más tiempo preocupado de la seguridad del barco y la organización a bordo, que del rumbo y la posición. Es muy curioso como minutos después de zarpar, nuestro navegante Alex Justribo ya empezó a ponerse nervioso por tener que dar rumbo de aguja a Menorca, observando que otros barcos hacían diferentes rumbos.
En mi caso, los cálculos para posicionarse mediante observaciones astronómicas no son desconocidos, puesto que los estudié durante la carrera; pero tras pasar unos cuantos años, me he olvidado de muchas cosas.
Eso sí, no tiene nada que ver hacerlo todo teórico en un aula, a tener que tomar alturas con el oleaje, y meterte en la cabina ha realizar cálculos sin marearte.
¡todo un reto!.
A bordo del «Tifón»
Alejandro, ¿Cómo habéis organizado la vida a bordo, con las guardias, las maniobras y las observaciones de los astros?.
¿Repetirías un próximo STELLA OCEANI?
¿ Qué le dirías a alguien que esté pensando en participar en una próxima edición como patrón o tripulante?
El velero «Camisiis»
Entrevista a Ramón Peris, Patrón del «Camisiis».
Ramón, ¿Puedes contarnos tu experiencia en STELLA OCEANI MED?
¿Cómo habéis organizado la navegación a bordo?
Este año volví a participar en la Stella Oceani, aunque este año deja la travesía entre Cádiz-La Palma y la cambia por una versión Mediterráneo ya que las medidas por el tema de la pandemia son más seguras por las Baleares.
Como era de imaginar la participación es mucho mayor, es un mar más conocido, el recorrido mas corto y en caso de incidencia o temporal siempre tendrás un socaire al que resguardarte, porque no nos equivoquemos, la mar Mediterránea es mucha mar Mediterránea.
Este año participe con el Camisiis, un Beneteau Oceanis 45, es el velero en el que actualmente trabajo como patrón y con su amplia bañera y facilidad de maniobra se hace perfecto para que la tripulación disfrute de la navegación ya que es muy noble.
Zarpamos una semana antes para ir poniendo en práctica la técnica de trabajo (hay muchas formas y fórmulas para llegar al mismo resultado), y así en la travesía esta parte tenerla ya resuelta.
También la mayoría de tripulación repetía y así la parte de la marinización también queda resuelta. A diferencia del resto de la flota de la Stella en la que lo único que no se permite es el uso del GPS en el Camisiis desconectamos toda la electrónica y navegamos sin piloto de viento ni autopiloto, y así realizamos una navegación más tradicional y practicamos más la navegación.
Desde Valencia pusimos proa a Formentera para dejar a nuestro babor el faro de Barbaria y de allí con vientos de aleta/popa llegamos a Cabrera. Luego navegamos la costa SE y E de Mallorca para poner rumbo a Barcelona. Lo mejor de no tener un destino en concreto que que la navegación se puede adaptar a poder navegar a vela el máximo tiempo posible y si destacaría yo algo de esta semana es que la realizamos toda a Vela.
Una vez claro el sistema de trabajo nos dimos cuenta que las demoras no se podían tomar con tanta exactitud debido a la escala de las cartas, siendo casi imposible el saber los segundos exactos en una carta 1:350000, para ser precisos la escala perfecta son 1:60000.
Zarpamos de Barcelona con buen viento para llegar a Menorca donde se encontraba la primera puerta. De allí navegamos su vertiente E y en rutamos hacia Cabrera, donde se encontraba la siguiente puerta. Ya se veía desde el principio de semana que se aproximaba una Baja importante por el norte, así que estuvimos pendientes de su evolución por si había cambios.
Los cálculos fueron bien y toda la tripulación disfrutó de la realización de estos, gracias al sextante que llevamos, y con luna llena el horizonte se delimita muy bien y no tenemos que estar con prisas al orto o al ocaso para tomar la altura de las estrellas.
Al final, por el estado de la meteorología tuvimos que renunciar a participar en la Stella al no estar en consonancia con la organización y su decisión de permanecer en puerto hasta el miércoles, jueves, ya que la situación no mejoraría según mis predicciones. Y lo más seguro sería salir el mismo lunes.
Intentamos la llegada a Barcelona, pero el viento que esperábamos del 140 o se nos escapó o no se cumplió la previsión, y entramos en ceñida con ángulos de 004 a 040 demasiados cerrados. La meteorología no invitaba a realizar un bordo para así ganar ángulo. Cuando dejamos a barlovento Columbretes decidimos un cambio de rumbo hacia Valencia, como ya se sabe en navegación a vela en ocasiones no se va al sitio donde querías ir, y encender motor no entraba en las opciones por el tipo de navegación que realizábamos. En la mar hay que adaptarse a los cambios y aceptar la nueva ruta.
¿Repetirías un próximo STELLA OCEANI?
Depende, y aunque me gusta mucho esta travesía desde su planteamiento, hubieron decisiones con las que no estuve de acuerdo. Y claro, si tu visión difiere de la organización pues hay que plantearse cuál es tu lugar y si en realidad esto puede ser un problema en próximas ediciones. Habrá que ver como la organización responde el próximo año, para tomar la decisión de volver a realizarla.
Entrevista a Ana Vilches, navegante del «Nemo»
Tripulación del velero «Nemo»
Ana, ¿Puedes contarnos tu experiencia como «navegante» en STELLA OCEANI MED?
Es la primera vez que participo en una competición de navegación astronómica, lo cierto es que mi experiencia en esta disciplina era nula, tan sólo la parte teórica que estudié para obtener la titulación de Capitán de Yate, hace ya casi 3 años. Por lo que poder poner en práctica estos conocimientos a bordo del «Nemo» ha sido todo un reto. En un principio me sentí bastante insegura, sin saber si estaba utilizando bien el sextante, si lo habría calibrado correctamente, si sería capaz de encontrar los astros a través del pequeño visor, si sabría resolver bien los cálculos o apañarme con el almanaque, pero según fueron pasando los días fui ganando confianza.
Además, no me he sentido sola en ningún momento ya que he tenido la gran suerte de contar con un súper equipo que me ha apoyado y ayudado en todo momento y que me ha permitido aprender junto a ellas. Navegar con los astros ha sido un regalo, especialmente en los tiempos que corren, donde poder DESconectar (gps, móvil, preocupaciones, etc.) para REconectar con una misma, con la naturaleza, aprender a leer la información que nos proporciona el cielo y prestar atención al aquí y ahora.
¿Qué ha resultado mejor, observar el orto, el ocaso o la meridiana? ¿Y la precisión de las situaciones por demoras?
En mi caso, dado que era novata en el campo de las observaciones con sextante, me resultó muy frustrante la primera vez que intenté bajar un astro en el ocaso, el tiempo corría en mi contra y aún teniendo bien identificado el astro (Júpiter y también probé con Marte) era incapaz de visualizarlo reflejado en mi espejo del sextante. Por lo que decidí cambiar de estrategia y centrarme en las observaciones al sol, me resultó fascinante poder comprobar en la meridiana cómo durante unos pocos minutos el sol parece quedar congelado sobre nuestras cabezas todos los días del año, sin que seamos conscientes de ello.
En cuanto a la precisión de las demoras, en nuestro caso fue crucial poder contar con cartas del punto adecuado de las zonas que estuvimos navegando, lo que nos permitió tener bastante éxito en la situación por demoras a costa.
¿Repetirías un próximo STELLA OCEANI?
Sin dudarlo ni un segundo volvería a repetir esta increíble experiencia, esta vez con la intención de proponerme nuevos retos, observaciones en el crepúsculo y profundizar en el aprendizaje de la navegación astronómica.
Para finalizar Ana, ¿ Qué le dirías a alguien que esté pensando en participar en una próxima edición en el puesto de «navegante”?
Desde «Navegantes Oceánicos» damos la enhorabuena a Paula Gonzalvo y todo el equipo de Stella Oceani por la organización, y a las tripulaciones de los veleros participantes en esta travesía. Esperamos que el próximo año 2021 pueda celebrarse un nueva edición de esta navegación astronómica, que es una gran oportunidad para aprender, para disfrutar a bordo de un velero y para seguir adquiriendo experiencia en la mar.