Introducción.

En el capítulo anterior: Velas de proa (I): Los elementos de control, vimos como actuar sobre dichos controles (la tensión del estay, la tensión de driza, la posición del carro de escota y la tensión de la escota), en diferentes situaciones de viento.

En este nuevo capítulo, que complementa al anterior, vamos a ver de una forma práctica como utilizar los indicadores que disponemos en esta vela “los catavientos”, y que son nuestro mejor instrumento para el ajuste fino del trimado cuando navegamos en ceñida o con el viento relativo a proa del través (con el viento relativo a popa del través los catavientos no son relevantes).

Normalmente un génova (o foque) tiene 3 pares de catavientos o lanillas, uno en la parte baja de la vela, otro en la parte central y el último en la parte alta. Los catavientos de la cara de babor de la vela suelen ser de color rojo y los de estribor de color verde. Por otro lado, en este capítulo nos referiremos a los catavientos según se encuentren en la cara de barlovento (BARLO) o sotavento (SOTA) de la vela.

Cuando los catavientos están paralelos y horizontales, el flujo de aire en ambas caras de la vela está correctamente adherido y la vela está bien trimada. Cuando alguno de los catavientos flamea, es el momento de actuar sobre los elementos de control o de cambiar de rumbo, para recuperar el trimado correcto.

Secuencia de trimado.

Aunque no hace falta establecer una secuencia de trimado fija, en este capítulo vamos a seguir unos sencillos pasos tratando de que sean fáciles de comprender, para lo cual vamos a ir actuando de forma secuencial sobre los diferentes elementos de control. Posteriormente la experiencia y la observación de las velas hace el resto, y el trimado será más intuitivo.

Vamos a partir de una situación inicial en la que hemos izado la vela de proa con las posiciones (o tensiones) neutras de estay, de driza y de carro de escota, que vimos en el capítulo anterior, para vientos moderados; es decir, de la forma habitual en la que izamos nuestra vela.

A partir de esta situación, el orden que vamos a seguir es el siguiente:

– En una primera fase de trimado actuaremos solamente sobre la escota del génova (o foque), cazando o lascando a la vista de los catavientos, y del rumbo deseado. Esto lo veremos en el apartado a) Los catavientos y la tensión de escota.

– Si no ha sido posible tener todos los catavientos paralelos solamente cazando o lascando la escota, entonces actuaremos sobre la posición del carro de escota a la vista de los catavientos para modificar la torsión de la vela. Estas acciones las explicaremos en el apartado b) Los catavientos y la posición del carro de escota.

– Con estas acciones normalmente la vela ya debe quedar trimada, pero si no lo hemos conseguido podemos comprobar la tensión del estay; lo cual explicaremos en el apartado c) Los catavientos y la tensión del estay.

– Finalmente recordaremos unos consejos en el apartado d) La tensión de driza en la vela de proa.

a) Los catavientos y la tensión de escota.

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