«Garcia Exploration 45», un excelente crucero oceánico. Fuente: WEB Garcia Yachts.

Introducción.

En el primer capítulo del libro on-line “Comprar un velero” vimos unas consideraciones generales y una lista de “10 requisitos esenciales para mi velero”, que nos pueden ayudar a no equivocarnos en la elección. En el segundo capítulo “Tipos de aparejo vélico” tratamos uno de esos requisitos, y continuamos con un tercero sobre los “Materiales de construcción para un velero” y sus cualidades principales.

En este nuevo capítulo vamos a tratar otro de los 10 requisitos esenciales, y que es la eslora del barco. Como podéis suponer, ya adelanto que no hay una respuesta correcta a la pregunta: ¿Cual es la eslora ideal para mi velero?; lo que vamos a hacer en este capítulo es comentar una serie de factores que es recomendable tener en cuenta, y que pueden llegar a condicionar nuestra decisión a la hora de elegir la eslora para un velero.

En algunos países se suele decir que todo patrón tiene la enfermedad de los 3 pies; es decir, que le gustaría cambiar su barco por otro con 3 pies (1 metro) más de eslora. Sin embargo, más eslora no siempre es necesario ni conveniente, como veremos más adelante. Como norma general un barco más grande mejorará en términos de comportamiento en la mar y comodidad, pero será más difícil de manejar y, por supuesto, más caro.

Los factores que vamos a analizar en relación con la eslora son:

– El uso previsto del barco.

– Su tripulación habitual.

– La edad y experiencia del patrón y de la tripulación.

– Y finalmente el factor económico, siendo este normalmente el mayor condicionante a la hora de comprar un barco.

Jeanneau Sun-Odissey 389

Crucero costero de altas prestaciones.

Fuente: Jeanneau Yachts WEB

El uso previsto del barco.

Los veleros de regata, según la clase en la que participen, ya tienen sus normas particulares con respecto a las dimensiones del barco, incluyendo la eslora, su aparejo y su tripulación, por lo que no los voy a tratar en este capítulo que está orientado a la vela de crucero. Voy a diferenciar solamente entre un velero de crucero cuyo uso habitual sea la navegación costera y por otro lado el que se diseña para la navegación oceánica y las largas travesías en alta mar.

Antes de continuar, es conveniente aclarar que el desplazamiento y el diseño del casco, que trataremos en otros capítulos más adelante normalmente pueden ser más relevantes que la eslora para determinar las cualidades marineras de un barco; y además el desplazamiento es una mejor medida del volumen del barco. Un velero de menor eslora, pero con más desplazamiento puede tener mejores cualidades marineras que uno de mayor eslora, pero más ligero.

Sin embargo, como norma general y con un adecuado diseño, para una tripulación determinada, un velero oceánico es conveniente que tenga más eslora que uno costero. Un velero oceánico tendrá que llevar más agua, más combustible, más espacio para comida y equipamiento; es decir, más volumen y como norma general será necesario una mayor eslora.

En la navegación costera, además, una excesiva escora no siempre es necesaria, y puede incluso restar maniobrabilidad en un velero que atraca o fondea con mucha frecuencia o prácticamente a diario. Para un velero oceánico, con un adecuado diseño, una mayor eslora (y mayor desplazamiento) dará más estabilidad al barco y más capacidad frente a las condiciones meteorológicas adversas; lo cual será la prioridad principal.

Hay grandes navegantes que han dado la vuelta al mundo en veleros relativamente pequeños. Por ejemplo, Joshua Slocum fue el primer navegante solitario en dar la vuelta al mundo (con escalas) a bordo de un velero de 36 pies (11,2 metros). Otro gran navegante, Vito Dumas, el “Caballero del mar” también dio la vuelta la mundo por la ruta de los cabos en un velero de 9,5 metros (unos 32 pies de eslora).

Bernard Moitisier dio la vuelta la mundo sin escalas en un ketch de 39 pies de eslora, y Robin Knox Johnson en otro ketch de 32 pies; y hay muchos más ejemplos de grandes navegantes que podría mencionar, también más actuales. Estos barcos, sin embargo, eran generalmente veleros pesados con una relación desplazamiento/eslora superior a los diseños más actuales.

Sin intención de marcar una línea divisoria, ya que influyen muchos factores, se podría decir que, con un adecuado diseño, los 40 pies me indican aproximadamente el comienzo de la eslora de la mayoría de los veleros de crucero oceánicos actuales. Es solo un dato aproximado, ya que hay muchos veleros de más de 40 pies que no tienen cualidades oceánicas y algunos (pocos) más pequeños sí que las tienen. Como digo, es solo una primera aproximación antes de pasar al siguiente factor que vamos a considerar.

OVNI 395

Un gran crucero oceánico para una tripulación reducida.

Fuente: OVNI Yachts WEB.

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